Sigue vivo el rol protagónico que François Houtart ha desempeñado en la historia de todas las luchas de liberación, de los movimientos, de los caminos de resistencia y de afirmación de la dignidad y de los derechos de los pueblos, sobre todo exluídos y oprimidos.
Para los que trabajan en la Fundación Basso y en el Tribunal Permanente de los Pueblos, François ha sido, desde los primeros años 70, uno de nosotros, en la amistad más profunda, en la investigación más intensa y libre, en la militancia universal que él supo representar en consonancia con los tiempos, fiel a las raíces y ecos provenientes de Asia, África, y de su querida América Latina. Sus visiones cercanas, que incluían diferencias y convergencias, a las de Lelio Basso y de Linda Bimbi, han sido fundamentales. Así como su estrecha colaboración con François Rigaux, entrañable presidente del Tribunal Permanente de los Pueblos.
Su “lugar” se situaba siempre en las fronteras de la izquierda, para superar sus límites contingentes, en favor de una mirada hacia el futuro, la de los pueblos. Para François los pueblos oprimidos y sin libertad (desde los pueblos originarios, con los cuales ha trabajado mucho en sus últimos años, hasta los excluidos por el neoliberalismo económico y financiero) deben hacerse visibles y ser protagonistas de sus luchas, de sus historias de liberación, superando divisiones políticas, culturales, religiosas.
François nos ha regalado a todos/as nosotros/as en este mundo – del cual ha sido ciudadano incansable, a partir de todo lo que ha fundado y dirigido – su confianza, desilusionada pero nunca resignada, en el futuro, en donde el sentido de las luchas firmes, también cuando éstas se hayan perdido, aparecerá como condición esencial para la paz. Él, que ha tenido entre sus estudiantes a Camilo Torres, del cual ha celebrado su memoria en la Colombia en transición. Y que nos ha dejado dulzura y sentido de acogida, y un desempeño que no deja atrás a nadie. De esto hablamos en el mes de abril, la última vez que nos vimos, en su Casa del Indio, pobre y esencial, y al mismo tiempo llena de caminos hacia adelante, en Ecuador, Brasil, Cuba, Colombia. Allá nos despedimos.
HASTA SIEMPRE, FRANÇOIS!
Gianni Tognoni, Secretario general, Tribunal Permanente de los Pueblos
Franco Ippolito, Presidente, Tribunal Permanente de los Pueblos