Salvatore Senese, uno de los fundadores y protagonistas del TPP a lo largo de sus 40 años de actividad, y su Presidente desde 2003 hasta 2014, nos dejó el 16 de junio de 2019.
Su historia como magistrado en la realidad institucional italiana ha sido intensa e innovadora en la promoción de la autonomía concreta, política y cultural del derecho como herramienta de garantía, especialmente para los sujetos con mayor riesgo de marginalidad y exclusión. Su historia es reconocida más allá de las fronteras nacionales, a nivel doctrinal y por las implicaciones organizativas e institucionales que han coincidido con períodos especialmente críticos para el mantenimiento de una democracia constitucional en Italia. Los elementos esenciales de esta contribución se pueden encontrar en la página web de Fondazione Basso, y en particular: http://www.fondazionebasso.it/2015/addio-a-salvatore-senese/
Una interpretación tan rigurosa del derecho como herramienta que anticipa, acompaña, defiende, transforma la legitimidad de las luchas individuales y colectivas en la realidad, y que transfiere los «principios y obligaciones» de los derechos fundamentales a la historia real de los pueblos, tuvo una importancia fundamental en el TPP. Este Tribunal se ha convertido progresivamente, de manera flexible, en el instrumento para hacer de su propio estatuto sustancial, la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos, una plataforma concreta para el espectro en constante evolución de «luchas de liberación» de los muchos y diferentes neocolonialismos a nivel regional mundial.
Nunca como en el caso de Salvatore Senese el recuerdo de una vida coincide con un memorando de los desafíos que debe enfrentar el derecho internacional, con creciente dificultad y urgencia, para ser un instrumento y garantía de la vida en la dignidad de los pueblos. No sería difícil, y se hará en otra ocasión, encontrar el perfil «vivo» de Senese en las muchas Sesiones en las que participó más activamente, y en las que recibió, educó, acompañó como Presidente.
Si se desea ser guiado más directamente a este encuentro con una persona verdaderamente extraordinaria, háganoslo saber. Nosotros, que hemos tenido la suerte conocer durante tantos años su inteligencia, coraje y compromiso en la construcción de puentes doctrinales y operativos inseparables entre los principios y las prácticas de la ley, ahora solo podemos agradecerle por la densidad, que sigue siendo una herencia esencial, de su riqueza humana y transparencia sin compromiso.
Gianni Tognoni