La sentencia de la 54.ª sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) sobre Rojava y Turquía se presentó ante el Parlamento Europeo en Bruselas el 26 de marzo de 2025. Además de los jueces y la secretaria general del TPP, intervinieron y contribuyeron al debate representantes de la fiscalía, los Premios Nobel de la Paz Shirin Ebadi y Jody Williams, así como diputados del Parlamento Europeo. Este juicio siguió a la sesión celebrada en Bruselas los días 5 y 6 de febrero de 2025, en la que expertos y testigos recogieron y presentaron pruebas de crímenes internacionales y violaciones sistemáticas de los derechos humanos y de los pueblos cometidos por Turquía contra los pueblos de Rojava y la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (DAANES).
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En su sentencia, que incluye un análisis detallado de los procedimientos seguidos, los hechos y los mecanismos que los hicieron posibles, las responsabilidades de Turquía y de los acusados, y las recomendaciones, el TPP reconoce que el cuadro coherente y contundente de violaciones generalizadas y sistemáticas de los derechos humanos equivale al castigo de un pueblo por ser kurdo y por crear una sociedad basada en los principios de igualdad de género, inclusión, justicia y solidaridad. El objetivo es erradicar la identidad, la presencia y la cultura kurdas. Estas violaciones sistemáticas de los derechos humanos tienen su causa primera y original en EL DELITO DE AGRESION cometido por Turquía en Siria entre 2018 y 2024, y en contra de la voluntad de las autoridades sirias y de la administración autónoma de Rojava. Según el derecho internacional, todas las acciones militares de agresión documentadas, cuando se dirigen contra objetivos civiles como hospitales y escuelas, constituyen claramente CRÍMENES DE GUERRA. La sentencia también establece que la destrucción intencionada del patrimonio cultural constituye el dolus specialis del GENOCIDIO, mientras que el desplazamiento forzoso de la población kurda y la ingeniería étnica mediante el reasentamiento de sirios procedentes de otros lugares constituyen CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD. Según la sentencia, «’el adjetivo sistemático significa la naturaleza organizada de los actos de violencia y la improbabilidad de que se produzcan al azar. Los patrones delictivos -es decir, la repetición no accidental de conductas delictivas similares de forma regular- son una expresión común de dicha ocurrencia sistemática». Además, en el caso de Rojava, la violencia contra las mujeres y los homicidios intencionados por motivos de género de destacadas mujeres kurdas de Rojava constituyen sin lugar a duda FEMINICIDIO.
De acuerdo con las funciones establecidas en su Estatuto, los jueces del TPP formularon una lista exhaustiva de recomendaciones dirigidas al Gobierno de Turquía, al Gobierno de Siria, a las Naciones Unidas, al Consejo de Europa y sus Estados miembros, y a la comunidad internacional. Durante el acto de presentación, se hizo hincapié en que dichas recomendaciones deben entenderse como un plan de acción para garantizar que las distintas instituciones implicadas respondan a la demanda de justicia y garanticen la existencia de los pueblos de Rojava y el proyecto de autogobierno.
La gran complejidad de la situación y la implicación de los responsables directos e indirectos de los crímenes y de su impunidad subrayan los riesgos de un retraso en la reparación del grave sufrimiento de las poblaciones afectadas y en la aplicación de medidas políticas y jurídicas reparadoras. En sus conclusiones, la presidenta del jurado, Frances Webber, y el secretario general del PPT, Gianni Tognoni, hicieron hincapié en la prioridad absoluta de esta sentencia en un momento en que escasean las vías reales de justicia y los espacios de debate político que reconozcan el «modelo Rojava» como una «ventana abierta al futuro» de los derechos de los pueblos y de la credibilidad del derecho internacional. También recordaron que el TPP ve en los recientes acontecimientos los primeros signos de un posible, difícil y urgente proceso de paz; al mismo tiempo, la conducta de Turquía de las últimas semanas requieren que se escuchen y apliquen de forma concreta e inmediata todas las recomendaciones de este Tribunal.
La premio Nobel de la Paz, Shirin Ebadi, dijo lo siguiente en su discurso tras la lectura del veredicto final: «¿Hasta cuándo continuará este crimen, porque nadie le pone fin? No olvidemos que estos crímenes no solo se cometen contra los kurdos de Rojava, sino también en Turquía, Irán e Irak. Espero que el mundo no cierre los ojos ante la situación de los kurdos; ¡que los activistas de derechos humanos y los periodistas sean más activos!».
Para informaciones adicionales: https://rojavapeoplestribunal.org/